Sin luz desde el 31, en apenas 10 minutos solucionaron todo
- Clarín
- 4 Jan 2017
- Miguel Angel Reguera miguelreguera@yahoo.com.ar
Diez minutos alcanzaron para que los
vecinos del barrio pudieran volver a calentar su comida o encender un
ventilador para hacer soportable el calor del verano. Diez minutos bastaron
para que los ascensores volvieran a funcionar y la señora discapacitada pudiera
salir de su encierro, así como el anciano pudo agradecer la hospitalidad de su
hijo y volver a su hogar. Solo diez minutos significaron que cientos pudieran
volver a bañarse con los tanques sedientos de agua durante los días en que las
bombas elevadoras no funcionaron por falta de luz. Desde el 31 de diciembre
hasta el 3 de enero estuvimos sin luz y en un trabajo de diez minutos, después
de incontables reclamos, una cuadrilla de Edesur se dignó a abrir una caja de
fusibles en Oncativo y Guido de Lanús, para cambiar el que estaba quemado y
provocaba que faltara el servicio eléctrico.
Diez minutos para comprender
definitivamente que para EDESUR y el ENRE soy “un cliente”, el usuario 01174416
y nada mas. Anhelo llegar al día en que en mi país, el Estado encargado de
“promover el bienestar general” me reconozca como “ciudadano” y que las
empresas tercerizadas respeten ese “estatus”.
Pretendo que se me valore en mi dignidad
de persona, de ser humano al que se le deben garantizar servicios esenciales
como la luz y el agua. No quiero ser tratado como un cliente. Soy un hombre y
desde la Revolución Francesa son repetidos por los alumnos de todas las
escuelas del mundo, los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano. Esos
derechos que todavía no existen para miles de argentinos, que carecen de
servicios básicos para vivir, por la ignorancia, el desprecio o el olvido de
las empresas o los gobiernos que deben garantizarlos.
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